Desde hace siete años el día 28 de diciembre tiene dos sentidos muy contrarios, por un lado el de la alegría de unas fiestas como las que vivimos en Navidad, por otro lado el de la "tristeza" al recordar a mi Padre, Diego Romero Álvarez. Creo que pocas personas pueden tener la suerte de poder seguir sintiendo y escuchando la voz de un ser querido ya fallecido. Yo tengo esa suerte, lo que hace que cada día recuerde a mi Padre con una sonrisa y a veces una lágrima. Puedo decir que guardo un "bonito" recuerdo del día de su entierro, medio Valverde, amigos de Sevilla, Huelva y el Rompido en la puerta de mi casa, suena la Banda Municipal de Valverde dando paso a la Misa de Perossi por nuestra Real Agrupación ya en la Parroquia, el oboe imponente y a la vez suave de mi querido amigo Lucas Macias sonando entre el llanto, la habanera "Evocación" cantada con más pasión que nunca, salida de la Parroquia con la Banda de nuevo, ver aparecer a mi amigo Diego Castilla, guitarra en ristre y enterrar a mi padre cantándole sus habaneras... ¿es esto triste? a mi me llena de emoción "alegre" cada vez que recuerdo este momento, por suerte ahora puedo decir que voy a escuchar a mi padre, voy a disfrutar de él, voy a escuchar una habanera, me emocionaré y a la vez recordaré que tengo el honor y el orgullo de ser hijo de quien soy. Papá, seguimos queriéndote, ahora y siempre.
1 comentario:
Creo que somos muchos los que al escuchar a alguien decir,"hoy es el día de los santos inocentes..",nos acordamos de Diego y de toda su familia.
Hoy precisamente camino de Sevilla José Mª y yo recordábamos aquel día.
Como bien dices nani, en medio de la enorme tristeza del momento fue una despedida a lo grande,una misa preciosa como bien se merece tu padre.
Un beso enorme y otro a tu madre.
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